Crimen
de guerra en Libia
por Israel Shamir
El fiscal jefe del
Tribunal Penal Internacional anunció el
pasado jueves que en mayo presentaría un
informe a las Naciones Unidas sobre
presuntos crímenes de guerra en Libia.
Esperamos que su relación incluya el
crimen más reciente: el asesinato de la
familia de Gadafi -su hijo y tres
nietos- y el intento de asesinato contra
el líder libio. Cameron y Sarkozy, los
jefes de operaciones de la OTAN y los
pilotos daneses deberían ser procesados
por este crimen.
La resolución 1970 del
Consejo de Seguridad estableció una zona
de exclusión aérea; no otorgó una
licencia para matar. Se trata de un caso
claro de ejecución extrajudicial, tan
brutal como un vulgar asesinato. La
fecha fue predicha por el servicio
secreto ruso SVR (Servicio de
Inteligencia Exterior) con una exactitud
que hace pensar en un aviso previo. El
29 de abril, un netzine ruso
publicó un
artículo de Kirill Svetitsky que
citaba una fuente anónima del SVR
diciendo:
“Habrá un atentado
contra Muammar el Gadafi el 2 de mayo a
más tardar. Los gobiernos de Francia,
Inglaterra y Usa así lo han decidido
porque la guerra no va bien para la
alianza contra Libia: el ejército
regular gana terreno, las tribus
beduinas han entrado en la lucha de
parte del gobierno, un “segundo frente”
ha sido abierto en Bengasi por las
milicias locales armadas que están
hartas de la presencia de los rebeldes
con sus incesantes peleas y robos.”
“Pero el principal
motivo para elegir este momento, según
el SVR, es que el parlamento italiano
discutirá el 3 de mayo la participación
de Italia en la campaña de Libia. Hasta
ahora, Berlusconi ha tomado las
decisiones; pero hay fuertes disensiones
en la coalición gubernamental a causa de
la guerra en Libia y es probable que el
gobierno caiga el 3 de mayo y que Italia
abandone de hecho la alianza contra
Libia. Podría producirse un efecto
dominó. Así que los líderes inglés,
francés y usano decidieron eliminar a
Gadafi el 2 de mayo a más tardar, antes
de la sesión del parlamento italiano el
3 de mayo.”
A diferencia de tantas
otras predicciones, está fue correcta y
precisa. El 1 de mayo fuimos testigos
del fallido intento de matar a Gadafi
por parte de Francia, Inglaterra y Usa,
aunque tuvieron éxito en matar a su hijo
y a tres de sus nietos. Lo inusual de un
conocimiento previo tan concreto y
operativo hace pensar que los líderes
occidentales avisaron a los rusos por
anticipado del ataque y que luego el SVR
filtró la noticia.
El ataque en sí se basó
en el modelo de los “asesinatos
extrajudiciales” israelíes. La fuerza
aérea israelí se ganó su reputación
lanzando sobre un inmueble gazatí una
bomba de una tonelada para matar a Salah
Shehadeh, dirigente de Hamas, en 2002.
Los “daños colaterales” fueron 13
civiles muertos, en su mayoría mujeres y
niños, y otros muchos heridos. Entre los
muertos estaban la esposa de Shehadeh,
Laila, y su hija de 15 años, Imán, que
estaban con él en casa. Este asesinato
fue calificado de crimen de guerra, y de
hecho los militares israelíes fueron
acusados por ello en España y en
Inglaterra.
Si Dios no castiga a
Las Vegas, entonces le debe una disculpa
a Sodoma,
bromeaba Jay Leno. Del mismo modo, si
los instigadores del intento de
asesinato de Gadafi no son llevados ante
la justicia, los europeos le deben una
disculpa al ejército israelí.
Este brutal intento de
asesinato debería abrir los ojos de
quienes todavía creen que esta guerra es
‘justa’ o al menos ‘justificable’. La
verdadera causa de las intervenciones
neocoloniales occidentales en el Cercano
Oriente se ha hecho patente a todos.
Así, la misma fuente de la inteligencia
rusa filtró un
documento, una carta de los líderes
rebeldes prometiendo a Francia el 35%
del petróleo libio. Que nos hablen ahora
de motivos humanitarios...
Cada vez está más claro
que todo este asunto de Libia ha sido un
montaje. En un principio, el
Levantamiento de Bengasi no era más que
una revuelta de ámbito local; la
rebelión fue ignorada en las otras
ciudades. Pero el gobierno no tardó en
ser desestabilizado por Al-Yazira, al
difundir la popular cadena árabe la
“noticia” de que Muammar el Gadafi y sus
hijos habían salido del país hacia
Venezuela y que sus mercenarios negros
estaban a punto de desatar un nuevo
holocausto sobre los indefensos libios.
Las mentiras de Al-Yazira han resultado
ser más dañinas que las bombas de la
OTAN; han atacado a Gadafi con uñas y
dientes, desde el primer grito de
rebeldía hasta la última falsa escena de
asesinatos. Incluso ahora, tras
reconocer el arzobispo de Trípoli los
cuerpos de los familiares de Gadafi,
Al-Yazira insistía en retransmitir
desmentidos desde Bengasi. Stephen
Lendman ha afirmado con acierto que
“Yazira se ha convertido en una máquina
de propaganda contra las mentes árabes
más eficiente que nunca lo fue la BBC”.
La revuelta fue liderada por liberados
de Guantánamo como Abu Sufian Hamuda ben
Kumu. Quizá tendrían que haberlo metido
en el primer vuelo de vuelta a los Usa
con un “muchas gracias por el regalo,
pero no nos interesa”.
La campaña de Libia
merece acabar como su antecesora, la
campaña de Suez: con una retirada
vergonzante de las fuerzas de la OTAN, y
cuanto antes. Ya está bien. Dejad que
los libios resuelvan sus diferencias
entre ellos.
¿Siria après
Libia?
Mientras Libia se hunde
en el cenagal de la intervención, los
acontecimientos en Siria se están
complicando. Aunque el presidente
Medvedev consiguió imponerse a Asuntos
Exteriores y al gobierno de Putin para
forzar una abstención rusa en la
votación del Consejo de Seguridad de
Naciones Unidas sobre la intervención en
Libia, ni en sueños podrá repetir el
truco con Siria. Siria tiene una base
naval rusa en Tartus, prácticamente la
única base que Rusia ha podido mantener
de todas las antiguas bases soviéticas,
desde Cuba hasta Vietnam. Además, Siria
tiene una amplia comunidad cristiana
ortodoxa que apoya abiertamente al
presidente Bashar el Assad y que está
más que inquieta ante un posible triunfo
del levantamiento en Derá. Consideran a
los rebeldes como fanáticos salafistas
anticristianos armados por los saudíes.
Rusia ha sido siempre la tradicional
protectora de los cristianos ortodoxos
del Cercano Oriente, y no es previsible
que reniegue de su responsabilidad hacia
estas comunidades.
El punto de vista de los
cristianos sirios sobre los disturbios
lo expresó el patriarca latino de
Antioquia: “Ciertos grupos cuyo
principal objetivo es provocar una
respuesta violenta del gobierno están
infiltrando unas protestas originadas en
problemas sociales y económicos. Se
avivan las tensiones hasta generar una
condena de la comunidad internacional.
Hay delincuentes involucrados en la
revuelta; gran cantidad de armas se
están introduciendo en el país para
provocar una confrontación... Es cierto
que los jóvenes están frustrados, pero
se dice que hay entre ellos delincuentes
e incluso musulmanes fundamentalistas
llamando a la guerra santa. Mi opinión
es que la táctica de la guerra
encubierta se está empleando contra
Siria.”
Cabe prever que Rusia
permanezca junto a Siria incluso si su
gobierno decide aplastar la revuelta con
puño de hierro, tal como Hafez el Assad
acabó con los desórdenes de Hama en
1982. Hay un fundamento de
realpolitik para este apoyo
incondicional. La V flota Usa está
anclada en Bahrein, y por ello se
permitió a su rey suprimir a los
manifestantes “ávidos de libertad”;
Siria es la principal base de la flota
rusa del Mediterráneo y Rusia pretende
que así siga siendo. Y otra razón es que
los sirios y sus amigos rusos creen que
las revueltas están instigadas por
agentes extranjeros: saudíes, israelíes,
usanos. Resulta que la ciudad fronteriza
de Derá (aparte de ser el lugar en que
Lawrence de Arabia fue maltratado y
azotado, según su propio relato en
Los siete pilares de la sabiduría)
es un nido de radicalismo islámico
militante de tipo Al Qaeda, situado
junto a la ciudad jordana de Ramtha, que
es otro núcleo de musulmanes radicales
profundamente infiltrado por los
servicios secretos israelíes.
¿Teoría conspiratoria?
En cualquier caso, una teoría confirmada
por los propios conspiradores. La
subsecretaria de Defensa Michele A.
Flournoy habría propuesto a Bashar el
Assad el siguiente trato: rompe los
vínculos con Hizbulá e Irán y nosotros
pondremos fin a los disturbios.
Mostafa Zein del respetado Dar al
Hayyat
lo resumía así:
La hoja de ruta Usa
para que el gobierno sirio pueda salir
de una crisis que empeora por momentos
parece sugerir que ellos poseen el botón
mágico para hacer que los manifestantes
se retiren de la calle. Flournoy dijo:
“Siria debe distanciarse de Irán y
acercarse a las monarquías del Golfo,
así como avanzar en el proceso de paz
con Israel”. El gobierno sirio considera
esta hoja ruta una “conspiración”
atacándole desde el interior tras el
fracaso de las presiones ejercidas desde
el exterior.
Como en el caso de
Gadafi, el dirigente sirio tiene su
parte de culpa. Pero, al igual que
Gadafi, Bashar el Assad puede mejorar
las cosas si confía en el pueblo sirio,
esto es:
§
dando más
libertad a la población y menos a su
Mujabarat, el servicio secreto
interior;
§
corrigiendo la injusta distribución de
la riqueza y de los cargos
gubernamentales entre las comunidades
étnicas y religiosas de Siria (las
minorías -judíos, cristianos y alauitas-
están favorecidas a costa de la mayoría
sunita);
§
permitiendo la actividad política al
margen del moribundo partido Baas;
§
firmando
la paz con los creyentes musulmanes;
§
mejorando
la movilidad económica y social y
estimulando la renovación de las élites.
Estos objetivos pueden
alcanzarse sin cataclismos catastróficos
y así debiera ser. Vale que los sirios
estén hartos de comer siempre arroz con
frijoles y quieran más variedad; pero
este deseo debe poder saciarse sin
destruir el país.
Siria es necesaria en el
Cercano Oriente: es la pieza central del
Mashreq, el Creciente Fértil, el
único estado en la región no sometido a
Usa e Israel. Es el defensor de Hizbulá
y un importante socio de Irán. Siria es
el hogar de los emigrados de Hamás, el
santuario de cientos de miles de
refugiados palestinos e iraquíes. Siria
es el último reducto del mundo árabe no
americanizado. Es algo precioso y que
debe ser preservado.
En Israel hay dos
escuelas de pensamiento respecto a
Siria: los prudentes y los aventureros.
Los prudentes dicen: hemos convivido
mucho tiempo con los Assad, y hemos
estado seguros; sigamos así. Los
aventureros dicen: deshagamos Siria,
rompámosla en pedazos, destrocemos a
Hizbulá, eliminemos la base avanzada
iraní y mantengamos el mundo a salvo
durante una generación. Asusta
pensar que Netanyahu está desarrollando
cada vez más conexiones con los
aventureros. Podría incluso intentar un
ataque al Líbano, pensando que Assad
está demasiado ocupado para
interponerse. Sin embargo, un tal ataque
podría tentar a Bashar el Assad a
externalizar su problema político
aceptando el desafío. Podría decidir que
es mejor morir como un mártir luchando
contra el enemigo sionista que correr la
suerte de Sadam o Gadafi. David Hirst,
el mejor experto británico en el Cercano
Oriente, profetizó esta guerra en su
reciente (2010) libro Cuidado con los
estados pequeños. Esta guerra podría
ser un punto de inflexión para el
Cercano Oriente, con repercusiones de
hondo calado, incluida la destrucción de
Israel.
Hay una solución:
permitir que Turquía se revista del
manto otomano y conduzca el Cercano
Oriente a buen puerto. Con el apoyo de
Rusia, Irán y China, Turquía podrá
restablecer su influencia sobre sus
antiguas colonias arrebatadas por las
tropas francesas y británicas en 1917.
Los problemas regionales han de
resolverse en la región, sin
interferencias occidentales.
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