La siguiente entrevista se
realizó para la mayor revista izquierdista de
Suecia, llamada FiB, hace un tiempo ya; allí figuran
mis respuestas sencillas a las preguntas más
frecuentes. Ojalá les aprovechen a otros. Israel
Adán Shamir, 10 de octubre de 2007.
PREGUNTA. Usted pretende que el
antisemitismo no existe hoy en día. ¿Puede Ud.
explicar lo que quiere decir con esto?
SHAMIR. El antisemitismo fue una
teoría racial de corta vida, que surgió a finales
del siglo XIX; pretendía que, de la misma manera que
las cebras son lo que son, los judíos son lo que
son, pues poseerían determinadas características
raciales que los hacen ser enemigos de la raza
nórdica, de la misma forma que el lobo es un enemigo
para el conejo. Este punto de vista no se conocía
anteriormente, pues tanto la Iglesia como la Ulema
pensaban que el problema entre judíos y gentiles es
un problema religioso; bastaba con que un judío se
convirtiese al islam o al cristianismo para que
desapareciera el problema. El punto de vista racial
está completamente pasado de moda hoy en día, y
nunca me he encontrado con nadie que considere a los
judíos como una raza aparte, peligrosa para el resto
de la gente.
Tomando la cosa desde un punto de
vista menos culto, se nos presenta el antisemitismo
como un “odio a los judíos por lo que son”.
Semejante fenómeno ha desaparecido del todo. Hay
gente que formula objeciones contra la política de
los judíos, pero nadie contra los judíos en sí. Por
esto es que podemos decir que el antisemitismo
desapareció después de un breve estallido. Los
judíos tienden a utilizar esta palabra para
invalidar objeciones legítimas e incluso muy
recomendables contra sus opciones políticas, como
por ejemplo la política israelí. Pero en este caso,
es simplemente un insulto.
PREGUNTA. Cuando Ud. dice que el
antisemitismo no existe hoy en día, Ud. está
definiendo el antisemitismo como una vieja teoría
racial. ¿Está seguro de que el vandalismo contra
cementerios judíos o pertenencias privadas de los
judíos procede de alguna “objeción a las opciones
políticas de los judíos”? Si un joven de
antecedentes familiares judíos que vive en Suecia, y
no está metido en política, sufre una golpiza por
parte de algún neonazi u otra persona, ¿cómo le
llama Ud. a eso? ¿Acaso no existe violencia y odio
contra los judíos, basadas en el hecho de que son
judíos, defínase este concepto como raza, etnia o
religión? ¿Seguiría Ud. llamando a semejantes
violencia y odio “objeción a las opciones políticas
de los judíos”?
SHAMIR. Los actos ilegales y
criminales son exactamente esto: ilegales y
criminales; y el razonamiento del criminal tiene muy
poca relevancia. Nadie está autorizado a saquear
cementerios o golpear a la gente, trátese de judíos
o no. ¿Crees tú que cuando le caen a golpes a un
goy, o profanan un cementerio que no sea judío, es
algo menos ofensivo? Quítate a los judíos de la
mente. Si se trata de un acto criminal, es un
crimen, y listo ; y si no es criminal, pues nada, no
es criminal, y punto. No hay ninguna razón para
pensar que los judíos son algo especial, y que un
judío golpeado es algo más grave que un goy
golpeado.
Me preguntas si “un joven de origen
judío que no está metido en política sufre una
golpiza por parte de algún neonazi u otra persona,
¿cómo le llamo yo a eso? No estoy seguro de que
ocurran estas cosas con mayor frecuencia que
cualquier otro tipo de violencia en grupo. En
Francia, los militantes judíos le caen a golpes a
los antisionistas muy a menudo, pero no he oído
hablar de un solo caso auténtico de franceses
atacando a judíos [todos los casos recientes eran
simulacros, disimulados y armados por judíos, n.del
t.]. En New York, la Liga de Defensa Judía (JDL)
ataca y mata a gentiles, y de hecho nadie hace
comentarios sobre el “odio judío a los goy”.
Definitivamente te digo que no, la
conducta criminal de algunos descreídos no es motivo
para esgrimir aquello del antisemitismo ni del odio
de los goys (los “gentiles”, es decir “los no
judíos”, n. del t.); a la policía le corresponde
atenerse a los hechos criminales.
Me preguntas si “no existe violencia
y odio contra los judíos, basadas en el hecho de que
son judíos, defínase este concepto como raza, etnia
o religión”. La respuesta es un no rotundo, todavía
no ha llegado esto, pero si los que lo desean de
todo corazón siguen promoviendo esta idea hasta
niveles de náusea, ¡puede que lo logren!
En lo tocante al odio, me recuerda
la histeria de la suegra que dice :
- Hijo, yo sé que me odias y quieres
que me muera.
Y el hijo contesta: - No, mamá, lo
que queremos es dirigir nuestras vidas nosotros
mismos.
PREGUNTA. ¿Cree Ud. que exista algo
así como una conspiración judía mundial? En tal
caso, ¿cuál sería el objetivo de esta conspiración?
SHAMIR. Si me preguntas si creo en
un plan secreto llevado adelante durante milenios
por algunos dirigentes judíos ocultos, la respuesta
es que no, ni tampoco mucha gente lo cree. Tampoco
creo en la existencia de una dirigencia judía
mundial oculta poniendo en marcha un solo proyecto
concreto. Esto no quita que podamos y debamos
intentar des-construir la pregunta para identificar
ciertos niveles en la misma. Si hubiera un “plan
judío” ¿significaría esto que todos los judíos
pertenecen a la conspiración? Todos utilizamos
habitualmente expresiones tales como “mafia
siciliana”, “proyecto comunista de revolución
mundial”, “imperialismo americano”, lo cual no
significa que todos dejemos de entender que no
cada siciliano, no cada comunista, no todos los
gringos son miembros de algún cuerpo secreto que
trata de realizar un proyecto particular. De la
misma forma, lo de “conspiración judía” puede
implicar que existen algunos judíos que tienen
ciertos planes.
“Conspiración” es una mala palabra
para apuntar a objetivos políticos no declarados que
se persiguen con medios ocultos. Por ejemplo, hubo
una conspiración americana (o un “proyecto”) en la
guerra fría, para llevar a la Unión Soviética a
meterse en Afganistán en 1980. Mira por ejemplo el
siguiente artículo publicado en Le Nouvel
Observateur de Francia, publicado en el número
del 15 al 21 de enero de 1998, que se titula : “Cómo
los Estados Unidos provocaron a la Unión Soviética
para que invadiera Afganistán y empezara su
derrumbe”:
PREGUNTA.
El ex director de la CIA, Robert Gates, plantea en
sus memorias [tituladas Desde las sombras]
que los servicios de inteligencia americanos
empezaron a ayudar a los mujaidín en Afganistán seis
meses antes de la intervención soviética. En aquella
época Ud. era el consejero del presidente Carter en
materia de seguridad nacional. Por lo tanto Ud. tuvo
un papel en este asunto, no es cierto?
BRZEZINSKI. Efectivamente, según la versión oficial
de la historia, la ayuda a los mujaidín por parte de
la CIA empezó en 1980, es decir, después que el
ejército soviético invadió Afganistán, el 24 de
diciembre de 1979. Pero la realidad, que se mantuvo
callada hasta el día de hoy, es algo muy distinto:
sí, es cierto que el 3 de julio de 1979 el
presidente Carter firmó la primera directiva para
una ayuda secreta a los opositores al régimen
pro-soviético en Kabul. Y ese mismo día, yo redacté
una nota para el presidente donde le explicaba que
en mi opinión esta ayuda iba a suscitar una
intervención militar por parte de los soviéticos.
PREGUNTA.
Y a pesar de este riesgo contemplado por Usted, era
partidario de esta acción secreta. ¿Pero tal vez Ud.
deseaba personalmente esta entrada de los soviéticos
en guerra, Ud. buscaba la manera de provocarla?
BRZEZINSKI. En absoluto, no. Nosotros no empujamos a
los rusos para que intervinieran, sino que
aumentamos a sabiendas la probabilidad de que lo
hicieran.
PREGUNTA.
Cuando los soviéticos justificaron su intervención
afirmando que estaban tratando de combatir contra la
infiltración gringa en Afganistán, la gente no les
creía. Y sin embargo, algo de cierto había en ello.
¿Lamenta Ud. algo en todo aquello?
BRZEZINSKI. ¿Lamentar qué? Esta operación secreta
fue una idea excelente. Tuvo por efecto el de atraer
a los rusos en la trampa afgana; ¿cómo lo voy a la
lamentar? El día que los soviéticos cruzaron
oficialmente la frontera, le escribí en sustancia al
presidente Carter: “ahora tenemos la oportunidad de
proporcionarle a la Unión soviética su guerra de
Vietnam”. Y de hecho, durante casi diez años, Moscú
tuvo que cargar con una guerra insostenible para el
gobierno, un conflicto que trajo la desmoralización
y al final el derrumbe del imperio soviético.
Así es que las conspiraciones son
algo usual para alcanzar determinados objetivos
políticos. Cuando desmitificamos la expresión
“conspiración judía” de esta forma, tu pregunta
puede interpretarse así: “¿Hay acaso algunos planes
secretos y estrategias llevadas a cabo por
determinados grupos judíos en su propio interés?”
Entonces claro está que la respuesta es sí; los
neoconservadores son un grupo con predominancia
judía que conspiran para objetivos propios; en el
ensayo La sombra de Zog, publicado en
http://rebelion.org/palestina/030912shamir.pdf y
retomado en
http://www.israelshamir.net/Spanish/Spanish.htm
, describí otro plan oculto llevado a cabo por
algunos judíos franceses adinerados que deseaban
influir en los medios franceses. En otro, titulado
El Príncipe azul, presento la conspiración
sionista que empezó con Weitzman y otros, ofreciendo
el apoyo de los judíos a Balfour a cambio de su
declaración [reconociendo a los judíos “el derecho”
a un “hogar nacional” en Palestina, n. del t.]. Hay
acciones no conspirativas que influyen en los
asuntos mundiales. Hay muchos judíos en los medios
de comunicación mundializados; tienen puntos de
vista diferentes, pero generalmente concuerdan en
ciertos puntos, por ejemplo tratan de silenciar las
noticias desfavorables a los judíos. La mayoría de
los judíos le tienen cariño a los Estados Unidos,
rechazan el cristianismo, prefieren el
multiculturalismo, defienden a Israel: en este caso
no se trata de nada conspirativo, sino de su
preferencia más obvia.
PREGUNTA. Ud. es de origen judío, y
perdió familiares en tiempos de los nazis. ¿De qué
forma afecta esto sus puntos de vista sobre judaísmo
y cristianismo?
SHAMIR. A todos nos influencia
nuestro origen. Pero el culto al holocausto no
formaba parte de mis antecedentes familiares, porque
me crié en la Rusia soviética. Cada familia rusa
perdió a alguno de sus miembros en la Segunda guerra
mundial, y no siento que mi caso sea nada
particular.
PREGUNTA. Usted se convirtió al
cristianismo. ¿En qué sentido cambió esto su punto
de vista sobre el judaísmo?
SHAMIR. En mi opinión el
cristianismo es un judaísmo reformado, corregido, y
que se mantiene en tensión permanente, ideológica y
teológicamente, con el judaísmo rabínico. Rechazo
totalmente el judaísmo, y pienso que se trata de una
ideología peligrosa que crea problemas.
PREGUNTA. En el debate actual, a Ud.
se le acusa de tener opiniones semejantes a las de
los nazis en los años 1930: por ejemplo, de que hay
una conspiración judía, de que los judíos gobiernan
el mundo a través del control de la economía y
modelando la opinión pública. ¿Qué nos puede
comentar sobre esto?
SHAMIR. Y a mis acusadores no les
importa un bledo el hecho de andar r ellos
compartiendo permanentemente opiniones con gente
como George Bush, con Ariel Sharon o Abe Foxman,
sobre aquello que llaman antisemitismo.. ¿De modo
que porqué tendría que ponerme loco yo porque alguna
opinión da la casualidad que justo coincida con algo
que alguna vez hayan planteado otros como los que Ud.
cita? . El sr. Hitler por ejemplo también era
vegetariano. Y a nadie del resto del universo
vegetariano se le ocurre pensar que su
vegetarianismo deje de ser valioso, y legítimo,
porque también lo cultivaba el sr. Hitler. No nos
pongamos histéricos, tranquilicémonos y
desdemonicémonos. . Cada idea vale o se desmorona
en función de su mérito intrínseco.
PREGUNTA. También se le ha acusado
de tener contactos con neonazis en Internet. Se
pueden leer sus textos en los sitios web de ellos.
¿Qué puede decir sobre esto?
SHAMIR. Mis artículos han aparecido
en el diario liberal israelí Haaretz, que
publica mucho material judeo-nazi; así por ejemplo
el que está en :
http: //www.haaretz.com/hasen/spages/489306.html
pero nadie protesta por ello…
(Entrevista realizada por Raja
Bahari)